En la pesca en general y en la pesca de atún en particular se ha visto como con el transcurrir del tiempo las innovaciones tecnológicas han ayudado a mejorar el desempeño de las capturas, la exploración aérea en temas de pesca no es muy nueva como muchos podrían pensar, para los barcos que pescaban cerca de la costa californiana fue un avance que mejoró sustancialmente sus índices de captura, pero estaba limitado a aviones con base en la costa, con el desarrollo de embarcaciones mayores y más autónomas, la exploración tomó otro cariz y se introdujeron al principio aviones que se llevaban en un espacio acondicionado, pero tenían las limitaciones del tiempo para operar, por lo menos en la rutina de despegue y amerizaje.

Posterior a este intento se introdujeron los helicópteros que ya en los barcos cañeros o de vara se usaron y trascendieron a los de cerco o “purse seiners”, con los de pistón y luego los de turbina que todos conocemos, ha habido algunos intentos de usar drones, pero hasta ahora con un uso limitado y de apoyo.

No podemos pasar por alto mencionar que el método de utilizar “spot planes” fue de empleo exitoso y común en México, este servidor fue testigo de su excelente utilización dentro de aguas del Golfo California y lo más probable que se haya usado también en la rivera oeste de Baja California y otras partes de la costa mexicana, actualmente las avionetas salen de varios puertos dependiendo del movimiento de los cardúmenes, principalmente Ensenada, La Paz, Mazatlan, sin embargo, el tema de los “spot planes” mexicanos requeriría de un estudio más concienzudo y particular y eso ya sobrepasa el alcance de este relato.


Este artículo no es ni por asomo un intento de analizar terrenos en los que nos consideramos legos, pero si una mirada al inicio de estas labores que hoy en día para muchas empresas y barcos son indispensables en su constante esfuerzo por lograr capturas rentables.
Es menester aclarar que el texto debajo es una traducción de un documento que encontré en la internet y a los cuales apelo en la búsqueda de información que ayude a comprender mejor el origen y evolución de este maravilloso tipo de pesca.

Inicio
Las primeras pruebas de búsqueda aérea fueron realizadas en San Diego en 1918. Pruebas extensas fueron desarrolladas en Washington, Oregón, y California de 1930 a 1938, pero los resultados fueron desmoralizadores.
En 1946, exploradores aéreos estuvieron buscando pesca durante horas del día en el área de Port Hueneme y Santa Barbara. Allí había 8 observadores aéreos operando en California del Sur, eso en 1954.
Observadores aéreos estaban no solo localizando manchas de pescado, pero dirigiendo barcos en el lance, las manchas de Sardina eran visibles a altitudes de 500 a 1,000 pies. En 1956, 3 aeronaves estaban operando desde San Pedro. Los pilotos trabajaban sobre la base de un 5% de la pesca capturada. Esos buscadores aéreos trabajaban en horarios diurnos y nocturnos.

Los buscadores aéreos eran contratistas independientes reclutados por los barcos. Recibían el 7.5% del total de pesca capturado por la embarcación como resultado directo del mirador calándole a la mancha; de otra manera, recibían 5% del total de captura hecho por el barco, indistintamente que el buscador aéreo fuera responsable por la captura.
En 1958, había 8 pilotos operando en San Pedro; durante la temporada de sardina hasta 15 miradores volaban. Los aviones que se usaban eran Pipers o Cessnas equipados con radio de 2 canales (2-way).
Los buscadores trabajaban día y noche, hasta 16 horas diarias. Las operaciones del avión generalmente abarcaban desde Point Conception hasta San Diego y cubría todas las islas y bancos de pesca hasta tan lejos como 90 millas fuera de la costa.
Ahora 6 aviones buscadores exploran para la flota de San Pedro. Todos los aviones tienen base en tierra y tienen una sola máquina y un tiempo de vuelo de más de 15 horas. La única modificación hecha a los aviones es la adición de “tanques de fumigación” para capacidad extra de combustible. El buscador aéreo recibe 5% del total de las capturas por el barco como resultado directo del mirador calándole a la mancha, o si solamente encuentra un área de pesca y los pescadores capturan el pescado por ellos mismos.
Los aviones son una gran ventaja para explorar por pesca. Cubren una gran área del océano y tienen un mejor punto de provecho para localizar manchas de pesca y dirigir con instrucciones el lance en sí.
Durante la temporada de anchoa de 1970-71, buscadores aéreos ayudaron a detectar y guiar a los pescadores a bordo de 13 barcos a capturar más de 30,000 toneladas de anchoa.

Búsqueda, adaptación y traducción por Calidro Morello.
Foto del encabezado: el cañero Normandie con un “spot plane” sobre el canopy, alrededor de 1940
Bonus track: https://www.youtube.com/watch?v=_CI-0E_jses